No pertenece
a ningún estreno de ciencia ficción o el típico anuncio de lubricantes de
automóvil. Es un proyecto real, y lo más sorprendente y gratificante para
nosotros es que lo llevan consiguiendo durante 5 años grupos de estudiantes del
Instituto Público de Educación Secundaria "Jándula" de la localidad
de Andújar (Jaén).
Todo comenzó
hace 5 años cuando el de profesor "Tecnología Industrial I" Manuel
Barbero Alcalde decidió que podía darle un nuevo enfoque a sus clases con el
fin de motivar y tener una participación activa de todos sus alumnos de 1º de
Bachillerato de Ciencias y Tecnología. Para ello Manuel descubrió una competición, la Shell
Eco-marathon, en la que centros educativos de toda Europa, Universidades
Politécnicas y Ciclos Formativos relacionados con la
automoción, participan en un evento. Estudiantes, coordinados por
docentes diseñan, construyen, prueban y conducen vehículos en los que lo
importante no es la velocidad, sino el bajo consumo. De hecho, triunfa
aquel equipo que consigue recorrer la mayor distancia con la menor cantidad de
combustible.
Un evento medioambiental y tecnológicamente avanzado, de conducción
segura y eficiente, resultado de un trabajo en equipo, internacional,
favorecedor del mejor desarrollo personal y social, y promotor de iniciativas
personales y colectivas. Esta actividad educativa incorpora todos los
contenidos que contempla el currículo de ‘Tecnología Industrial I’ (energía,
materiales, mecanismos, circuitos…) y orienta los aprendizajes al logro de un
propósito, un producto real de repercusión social beneficiosa.
Tras inscribirse en la competición, tomaron
conciencia de que, al vehículo, que aún no existía, tenían que ponerle un
nombre. Le llamaron ‘Lince’, en honor al felino en
peligro de extinción del Parque Natural Sierra de Andújar.
A partir de ese momento, toda la actividad docente
de Manuel se centró en el desarrollo del Proyecto
Lince. Tradujeron del inglés, y se estudiaron, las normas de la
competición, se elaboraron los diseños preliminares: lista de sistemas,
materiales, herramientas… Un verdadero proyecto de diseño técnico.
Los estudiantes se especializaron en función de sus
intereses y habilidades, sin perder de vista la totalidad y el propósito del
proyecto.
Hubo que buscar financiación y se llevó a cabo una
auténtica labor de ‘marketing’, que obtuvo respuesta
positiva en algunas administraciones, en algunas empresas y en el propio
instituto.
Para desarrollar el proyecto, se contaba
exclusivamente con los recursos propios del aula de Tecnología, claramente
insuficientes. Tampoco disponían de todos los conocimientos técnicos
necesarios. En este caso, se consiguió involucrar a pequeñas y medianas
empresas de Andújar, la mayor parte sin relación directa con el mundo de la
automoción, pero que se habían contagiado de la ilusión que transmitía el
proyecto.
Las empresas locales aportaron sus conocimientos,
consejos… realizaron, también, algunos trabajos que no se podían realizar en el
Instituto, ayudaron a localizar algunos materiales muy específicos.
Se decidieron por un conductor, hicieron pruebas,
introdujeron mejoras… y al final, en el curso 2009-2010 nació el primer
Lince, el ‘1.0’, un vehículo, en palabras de Manuel,
algo primitivo, quizá tosco y sencillo, poco eficiente y muy seguro para el
alumno que lo conducía. Fue el mejor vehículo que consiguieron construir con
los medios de los que disponían.
Acudieron al circuito de Lausitz, en Alemania,
junto a otros 200 equipos europeos. Conocieron a muchos participantes de
otros países, hablaron con ellos (muchas veces en inglés), aprendieron y se
relacionaron con equipos de estudiantes capaces de diseñar y construir
vehículos que recorren 3.000 kilómetros con un litro de gasolina. El
Lince 1.0, ese año, consiguió recorrer 95 Km. El objetivo
no era ganar, sino participar y mejorar la creación, modificar el
vehículo, conservando lo que había funcionado y analizando y rediseñando lo que
había resultado ‘regular’. Manteniendo vivo el deseo de aprender.
En años sucesivos fabricaron el Lince 1.1,
en Lausitz, el 2.0, 2.1 y 2.2 en Rotterdam,
con sus 144, 166, 314 y 295 kilómetros por litro de gasolina. Actualmente el
nuevo grupo de estudiantes se encuentra trabajando en el nuevo Lince
3.0. De toda Europa... son el único equipo andaluz de la competición y
el único formado por estudiantes de Bachillerato, un Proyecto bien trabajado
desde años con ilusión confianza y que nos muestra que con ganas y unidad todo
es posible. Sobre todo el ver como los alumnos año tras año comienzan el curso
motivados con el fin de luchar y sacar adelante una nueva versión Lince...